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    5 amenazas de seguridad que marcarán el 2025

    Tiempo de lectura: 2 min. 

    El mundo cambia rápido y la seguridad no se queda atrás. En 2025, las empresas enfrentarán nuevos desafíos, desde conflictos geopolíticos y ataques cibernéticos más sofisticados hasta el uso de IA con fines maliciosos. Además, los riesgos internos y la fragmentación social complicarán aún más el panorama. 

    El Informe de Inteligencia 2025 del Centro de Inteligencia de Riesgos de Securitas analiza estos desafíos y ayuda a las empresas a prepararse. Aquí te contamos las cinco amenazas clave para la seguridad corporativa en 2025. 

    1. Crecen las tensiones y la preparación para tiempos de guerra 

    Empresas y gobiernos, especialmente en Europa y Asia, se están preparando para posibles conflictos debido al aumento de tensiones entre potencias. El sabotaje y otras tácticas encubiertas han llevado a varios países a incrementar su gasto en defensa en 2025. 

    Alemania, Francia, Polonia, Italia y el Reino Unido están invirtiendo más en preparación militar. Alemania identifica edificios como búnkeres públicos, mientras que Suecia ha actualizado su manual de crisis y lo ha enviado a todos los hogares. Dinamarca, Finlandia y Noruega también han dado pautas similares a sus ciudadanos. 

    Para las empresas, esto significa evaluar continuamente los riesgos geopolíticos, la vulnerabilidad de su cadena de suministro y sus planes de resiliencia. En 2025, la seguridad corporativa dependerá de entender cómo estos cambios globales pueden afectar la estabilidad y las decisiones estratégicas. 

    2. La guerra en la sombra pone en riesgo infraestructuras clave 

    Las tácticas encubiertas están aumentando el riesgo para sectores estratégicos como la defensa, energía, logística y tecnología. Ataques cibernéticos, sabotajes y operaciones secretas afectan aeropuertos, redes eléctricas, tuberías y servicios públicos. 

    Estas amenazas son difíciles de rastrear porque operan en el límite entre la paz y el conflicto abierto. No solo afectan directamente a empresas y gobiernos, sino que también pueden interrumpir cadenas de suministro y servicios esenciales. 

    Para reducir riesgos, las organizaciones deben: 

    • Analizar su vulnerabilidad ante estos ataques.
    • Monitorear el panorama geopolítico en busca de señales de alerta.
    • Combatir la desinformación con fuentes confiables y comunicación interna clara.

    En 2025, la seguridad corporativa dependerá de anticiparse a estos movimientos ocultos y reaccionar con rapidez. 

    3. Explotación de drones para espionaje y sabotaje

    Los avances de la tecnología de drones continúan alimentando los riesgos para la seguridad corporativa.

    Ampliamente disponibles, relativamente baratos y fáciles de operar, los drones presentan oportunidades para vigilancia no autorizada, la interrupción y otras actividades maliciosas.

    Los equipos de seguridad corporativa se enfrentan a un reto cada vez mayor: distinguir entre la actividad inofensiva de los drones recreativos y la actividad intencionada o incluso potencialmente maliciosa. Esta incertidumbre puede complicar los protocolos de respuesta y aumentar las necesidades de procedimientos claros y canales de notificación rápidos cuando se detectan drones cerca de sitios sensibles.

    Es probable que la creciente fuerza de la actividad de drones cerca de los sitios corporativos impulse las inversiones en tecnologías de detección y respuesta de drones en 2025, junto con la creciente presión comercial sobre los gobiernos para que introduzcan regulaciones más estrictas.

    Mientras tanto, las organizaciones deben asegurarse de que sus funciones de seguridad comprendan la legislación local sobre drones, establecer canales de comunicación eficientes para informar sobre la actividad de los drones y desarrollar planes de respuesta para minimizar las posibles interrupciones.

    4. Las amenazas ideológicas internas interrumpen la seguridad empresarial

    Las amenazas internas han sido durante mucho tiempo una preocupación para la seguridad corporativa, pero las personas con motivaciones ideológicas se están convirtiendo en un desafío cada vez más complejo.

    Los prejuicios personales, las diferencias políticas y las causas activistas están impulsando a los empleados a actuar contra sus organizaciones, a menudo apuntando a las operaciones y las cadenas de suministro. Las industrias críticas, como la tecnología, los servicios financieros, los productos farmacéuticos, la industria aeroespacial y de defensa, se enfrentan a un mayor riesgo, en particular por parte de actores cuyas motivaciones ideológicas están vinculadas a la geopolítica o a actores de amenazas patrocinados por el Estado.

    Para los equipos de seguridad corporativos, la detección temprana y la mitigación son clave. Las organizaciones deben desarrollar programas eficaces de identificación y detección de amenazas internas que supervisen los indicadores de comportamiento, las violaciones de seguridad repetidas y los intentos no autorizados de acceder a áreas restringidas. Combinar la supervisión humana con sistemas de monitoreo impulsados por la tecnología puede ayudar a crear un enfoque más integral.

    Además, fomentar una cultura de transparencia y establecer canales de denuncia claros permite a los empleados hablar sobre comportamientos sospechosos, lo que reduce el riesgo de que las amenazas aumenten sin ser detectadas.

    5. Se intensifican los ataques selectivos contra ejecutivos y políticos

    Los altos ejecutivos y los líderes políticos también se enfrentan a crecientes amenazas, que van desde los ataques físicos hasta el acoso en línea y el trastorno de la información, incluida la información errónea y la desinformación. Las redes sociales se han convertido en un arma poderosa en estos esfuerzos: difundir información falsa, doxing (compartir públicamente información privada o de identificación en línea con intenciones maliciosas) y amplificar las amenazas. Sin embargo, no todas las publicaciones son motivo de preocupación, y es importante que las organizaciones evalúen cada amenaza individualmente. Hay un delicado equilibrio entre alarma y seguridad.

    Para las organizaciones, proteger a los ejecutivos y líderes requiere una combinación de medidas de seguridad física, monitoreo digital y protocolos de informes claros. Los equipos de seguridad deben realizar un seguimiento proactivo de las amenazas en línea, gestionar la exposición pública y garantizar respuestas rápidas a las actividades sospechosas.

    A lo largo de 2025, se espera que persistan estas amenazas a las personas de alto perfil, lo que ejerce una presión continua sobre las empresas y los gobiernos para que prioricen la seguridad de los ejecutivos y adapten sus estrategias de protección en consecuencia.

    La seguridad basada en inteligencia ayuda a salvaguardar lo que más importa

    A medida que avanza el año, abordar estas amenazas y riesgos de seguridad "no convencionales", y la gran cantidad de otros desafíos siempre presentes en las operaciones diarias, requiere equipos de seguridad experimentados, inteligencia procesable y un enfoque equilibrado que combine la experiencia humana con tecnologías avanzadas.

    Póngase en contacto con nosotros para obtener su copia gratuita de la Estimación de Inteligencia 2025 y descubra cómo los servicios de inteligencia de Securitas pueden ayudar a su organización a mantenerse alerta, preparada y protegida en el próximo año.

     

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